5 de diciembre de 2008
El
Bandido doblemente armado no es sólo el nombre de una novela de Soledad
Puértolas, es también un Café Librería donde se ofrece una cuidada
selección literaria. El ambiente resulta acogedor, agradable y relajado. En el
Bandido se organizan presentaciones de libros, lecturas de poesía y narrativa,
proyecciones, conciertos, exposiciones y todo tipo de eventos culturales.
Regentado por Diego Pita, hijo de Soledad Puértolas, este céntrico local de Madrid
es punto de encuentro de editores, escritores y poetas.
A
la presentación de Relatos turbios asistió una veintena de personas;
tampoco se podía esperar mucho más tratándose, como es mi caso, de un escritor
novel sin relación alguna con los círculos literarios de Madrid. Bueno…, en
realidad, con los de ninguna parte.
En
cualquier caso, me sentí muy a gusto, tuve la oportunidad de conocer
personalmente a Manu Espada (Manuel Sánchez Vicente), quien ejerció de presentador e
hizo un “desguace” tremendamente elaborado de mis relatos. Manu es un excelente
escritor (prueba de ello es su libro El desguace), periodista y guionista
de televisión; además es un lector y un analista versado en el género del
cuento. Sus apreciaciones sobre mis relatos hicieron que me sintiera muy
halagado.
Otra
alegría fue conocer, por fin, a José Iván Suárez, último premio Félix Grande de
poesía con su obra Gnomon y paisano mío. Iván porta cincelado hasta
la médula de sus huesos el lenguaje de la sierra albaceteña, el olor de su
paisaje, la impronta que forja la tierra en sus gentes; pero, por encima de
todo, me pareció un tío cojonudo, una gran persona.
Ana
Bella, ganadora del certamen de este año, Olga, Fátima, el resto de asistentes
anónimos que dejaban de serlo cuando me solicitaban una dedicatoria… Todos
ellos hicieron que verdaderamente me sintiera entre amigos.
Gracias.
Con Manu Espada
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